sábado, 5 de noviembre de 2011

Primeros días en la India


Hace ya trece días que llegamos a India, y el tiempo se nos está pasando sin darnos cuenta, al mismo ritmo frenético que tiene este país. Tenemos que hacer memoria para recordar cómo fueron esos primeros días porque hemos visitado ya varios lugares y como aqui no es tan fácil encontrar wifi gratis, tenemos el blog un poco atrasado.


Nuestra entrada al país se produjo en medio de un tremendo caos circulatorio que sería premonitorio de lo que nos esperaba después.Escuchando los consejos de Charlotte, una chica belga que ha hecho varios viajes a la India, decidimos organizar el viaje en coche y el billete en tren con una agencia nepalí.Suponemos que si lo hubiésemos hecho por nuestra cuenta seguramente nos habría salido mucho más barato, pero después de haber visto los buses locales indios,está claro que no nos arrepentimos.

El tren lo cogimos en Gorakphur, a unos 200km de la frontera con Nepal y tardamos unas cuatro horas en llegar a la estación. Todo un record, ¡50km por hora de media! El conductor del coche era indio, y no nos dirigió la palabra en todo el recorrido, ni siquiera cuando paraba a su antojo. Eso sí,con la radio a todo volumen, nos puso al día de los grandes exitos indios de musica pop, rock y tradicional.

Cuando llegamos ya era de noche y pudimos ver por primera vez una estación de tren india: fuera del edificio, una gran explanada con basura dispersa por todas partes, en la que la gente está sentada o dormida en el suelo. Y en el interior más de lo mismo. Lo peor de todo fueron los insectos ya que revoloteaban por todas partes. Pensando que teníamos que cambiar de andén porque estábamos en el número uno y el nuestro era el número dos, nos dirigimos a una pasarela, iluminada por luces fluorescentes. Miles de insectos de todos los tamaños formaban una cortina que no tuvimos más remedio que atravesar, intentando tapar lo mejor posible aquellas partes de nuestro cuerpo que quedaban descubiertas.

En cuanto a los trenes, ya hemos cogido varios y resulta un transporte muy cómodo y económico. Intentamos sobre todo coger los nocturnos y de esta manera nos ahorramos el alojamiento. En el viaje a Khajuraho nos sucedió una cosa muy curiosa. Normalmente los trenes indios van abarrotados y nos ha sucedido en dos ocasiones que no hemos encontrado billete para ir al lugar que teníamos previsto. Pues en esa ocasión, además de que por poco se nos escapa en frente de nuestras narices, fuimos completamente solos en todo el vagón. Aquello parecía un tren fantasma...

Nuestro primer destino ha sido Varanasi, la ciudad más sagrada para los hindúes de todo el mundo. Nada más llegar, cogimos un taxi prepago en la estación para que nos llevase al hotel que habíamos elegido. En este momento, primer intento de timo, nos quisieron cobrar 200 rupias en vez de 110, que es lo que costaba según ponía en un cartel enorme que teníamos en frente nuestro. A otra chica extranjera le dijeron que los rickshaws no funcionaban y había allí delante como unos veinte. En fin, estos indios, genio y figura...

Tráfico en Varanasi
Como era nuestra primera toma de contacto con la India y queríamos que fuera tranquila, fuimos a un hotel que aunque se salía un poco de nuestro presupuesto, habíamos visto en Internet que tenía buenas críticas. Y acertamos de pleno. El Buddha Hotel es un oasis de limpieza, paz y tranquilidad en una ciudad dominada por el caos de tráfico, la contaminación atmosférica y el ensordecedor ruido de miles de claxones que piden paso sin cesar por donde no hay espacio.



Niños limpiando los ghats


La principal atracción de la ciudad son los famosos ghats. Nosotros los visitamos en dos ocasiones, una al atardecer y otra al amanecer. No hicimos el tradicional paseo en barca, sino que nos enfundamos nuestras botas para salvar los excrementos varios, la basura y el lodo del río... Y los recorrimos a pie, de cabo a rabo, metiéndonos por las estrechas callejuelas atestadas de gente, vacas, motos, bicicletas, etc...Durante estos paseos pudimos observar cómo realizan las abluciones, lavan la ropa, se asean, realizan ofrendas, etc,..actividades todas ellas muy directamente relacionadas con la vida, así como otras que tienen que ver muy estrechamente con la muerte.

Quizás no hemos sabido percibir esa faceta espiritual que muchas personas encuentran en Varanasi, pero como simples observadores, contamos nuestra experiencia en ella, que no ha sido demasiado positiva. La ciudad nos ha parecido fea, sucia y en algunas zonas ofrece un paisaje desolador de pobreza.
Ghats en Varanasi

Nuestro siguiente destino fue Khajuraho. Es un pueblo pequeño y tranquilo, y según nos comentaban otros viajeros, un buen lugar para relajarse después del estrés que provocan algunas ciudades indias. Nosotros habíamos pensado pasar dos noches pero cuando fuimos a coger el billete de tren para nuestro siguiente destino, Gwalior, ¡sorpresa! Primero, no existe ningún tren que vaya de Khajurajo a Gwalior, (en la oficina de información al turista de la estación de Varanasi nos dieron hasta el número y el horario de este supuesto tren) Y segundo, en otras posibles combinaciones no había plazas y las listas de espera demasiado largas como para albergar alguna esperanza. Con lo que no habíamos contado es que en esos días los indios celebraban Diwali, una fiesta muy importante para ellos y en la que se producen un montón de desplazamiento. Así que en este momento nos dimos cuenta de que en la India, íbamos a tener que planificar un poco más de lo que nos hubiera gustado el viaje, ya que, en ocasiones podía haber problemas, tanto de medios de transporte como de alojamiento.

Celebración de la festividad de Diwali

Amanecer en Khajuraho

En Khajurajo, pasamos una noche. El atractivo
de este lugar reside en sus templos, en los que está representado el kamasutra esculpido en piedra, además de muchas más escenas de la vida cotidiana de sus pobladores en la época en la que se construyeron. Tenemos que decir que en estos templos se respira una atmósfera de paz y tranquilidad que hace de este emplazamiento un lugar en el que pasar unas cuantas horas es un placer para los sentidos. Ja, ja, nunca mejor dicho...



Tanto sexo provocó una indigestión a Jon y, hora y media más tarde, tuvimos que salir corriendo del recinto hacia el hotel. Tocaron los primeros problemas estomacales del viaje, que le mantuvieron postrado durante un día en la cama.

Esculturas de los templos, sin comentarios...
Templos de Khajuraho

Desde Khajuraho nos fuimos a Orchha, un lugar encantador lleno de palacios y templos en el que pasamos dos noches tan ricamente y de Orchha a Agra.

Atardecer en Orchha
Vistas desde el palacio en Orchha

Agra ha sido el primer lugar adonde hemos llegado de noche y, como siempre, sin tener reserva en ningún hotel, lo que nos provocaba cierta inquietud. Así que en la estación de tren, cogimos un tuc-tuc y nos dirigimos hacia la zona del Taj Mahal, donde habíamos visto que había unos cuantos hoteles, con la esperanza de que hubiera alguna habitación disponible en el que teníamos fichado. Y tuvimos suerte, porque para esa noche teníamos habitación, aunque no para la siguiente. Lo malo de tener un viaje tan abierto es que, en ocasiones, suceden estas cosas, y, aunque cansa un poco tener que estar cambiando continuamente de hotel, ya somos unos expertos haciendo y deshaciendo la mochila.

En esta ciudad se encuentra, sin lugar a dudas, el emblema de la India: el Taj Mahal. A pesar de haberlo visto en cientos de fotografías e imágenes, los dos coincidimos en que contemplarlo nos causó una gran emoción. Es tan hermoso y perfecto que parece irreal, sobre todo cuando se ve con las primeras luces de la mañana y la niebla lo envuelve dándole un aire misterioso. Es por otro lado, la única razón para visitar Agra.


La India, nos está resultando mucho más complicada desde el punto de vista emocional, a la hora de organizar los traslados por el país y también por el carácter de sus habitantes.

Cuando llegamos, y a pesar de las recomendaciones de los propios indios de que no nos fiásemos de nadie, si alguien se nos acercaba para entablar conversación, nosotros estábamos encantados, porque nos gusta hablar con la gente de los países que visitamos. Sin embargo, nos dimos cuenta de que siempre era para intentar vendernos algo o incluso timarnos, como ya nos ha ocurrido en más de una ocasión. Así que, enseguida nos pusimos alerta y a la defensiva, lo que nos resulta bastante cansino.
Ven al turista como si fuera un cajero automático, y en muy pocas ocasiones se han dirigido a nosotros sin ningún tipo de interés económico. Entre los extranjeros solemos bromear ya que cuando nos hacemos alguna foto o nos echamos una mano, nos pedimos la propina. Aqui, aunque acuerdes un precio para cualquier servicio siempre te piden más después, o te saltan con que el precio era sólo para una persona y no para dos. En fin, que nos hemos agarrado más de un mosqueo. Sobre todo a última hora de la tarde, tras soportar el intenso tráfico, el calor, la contaminación,...la paciencia está al límite. Pero, también, nos gustaría recalcar que, sobre todo en los viajes en tren, hemos coincidido con gente muy amable, con la que hemos intercambiado sonrisas y comida, lo que nos hace pensar que cuando no hay relación comercial de por medio, las cosas son bien diferentes.

Con el tiempo estamos aprendiendo a cambiar de actitud. Es inútil intentar comprender las decenas de situaciones a las que nos enfrentamos día a día. Lo mejor es aceptarlas tal y como vienen. Si ellos nos vacilan, nosotros más y sin cortarnos lo más mínimo.

La India es una especie de de cocktail con multitud de ingredientes, todos ellos elevados a la máxima potencia: el color, el olor, los sabores, el ruido, la música, el polvo, la miseria más absoluta y el lujo más extravagante. Sin duda, no deja indiferente a nadie.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Silvia y Jon!!!!!
Somos Alvaro Y Arantxa....
Mikel me ha dado la dirección del blog y hemos pasado toda la tarde siguiendo vuestras andanzas.
Nos dais una terrible envidia ;-)
Estamos seguros de que estais viviendo una experiencia fantastica y espero que algún dia nos la podais contar con todo detalle alredeor de una buena mesa (ya le engañaremos a Mikel para que nos cocine uno de esos platos de los que farda tanto...)
Un besazo desde Donosti.
Os seguiremos.

Anónimo dijo...

Buenas noches chicos:
Acabamos de ver vuestras peripecias por la India y vemos que podeís con todo, sois unos campeones. He leído el comentario que pone Alvaro y lo de una buena mesa está hecho, cuidaros mucho y seguir escribiendo que os seguimos muy atentamete

Abrazos

Mikel

Anónimo dijo...

KAIXO, KAIXO! HEMEN NAIZ BERRIZ E OPORRETATIK BUELTAN.
EDERKI ARI ZARETE
ESKERRAK BIOK IZAERA LASAIEKOAK ZARETEN.
NIK HORRELAKO BIDAI BAT EZIN IZANGO NUKE EFRENEKIN EGIN. PENTSA HEMEN, ADIBIDEZ,
OHIZKOA DEN BAINO TRAFIKO GEHIAGO DAGOENEAN, SANTO GUZTIAK JEIXTEN DITU...HOR JASATEN DITUZUEN TIMOAK E.A AGUANTATZEKO MODUAN
BUENO, BUENO PIRRILERAREN ORDEZ, BIHOTZEKO BATEKIN BUKATUKO LUKE.
GOA-KO HONDARTZA LASAIETARA JOATEKO ASMORIK BAI? LEHENGOAN ERREPORTAI BAR IKUSI NUEN ETA OSO ITXURA ONA DUTE. KAMASUTRAKO POSTURA BATZUK PRAKTIKATZEKO ESPEZIALAK. JE,JE JE!
MUXUK. BETI ZUEN BERRIEN ZAI.

Anónimo dijo...

KAMASUTRAREKIN EMOZIONATU TA ZINATZEA AHAZTU ZAIT.
LARRAITZ NAZ

Xabier Mendizabal dijo...

Joe, Silvia, como le pegas a la pluma. Mi tío y su hijo están ahora en Katmandú, y un día de estos se van a dejar caer por Varanasi. Ya tienen un hotelito cogido, junto al Ganges (conseguido por mi primo, que tiene algún contacto por allí), y se pasarán en la ciudad algo así como una semana, para volver luego a katmandú, e intentar coger la suficiente altura para poder vislumbrar en la distancia las montañas del Himalaya (para que las vea mi tío). Mi primo, que lleva por Katmandú unos dos meses, ha intentado el Cho Oyu (8201 mts), y entre el mal tiempo y los problemas que surgen a esas grandes altitudes, no pudo pasar de los 8000 mts (ya me daba yo con un canto en los dientes). Cuando mi tío se vuelva hacia aquí a finales de noviembre, su hijo se quedará por Nepal todavía unos meses más. Estais muy bien en las fotos, con esa impresionante obra de arte gigante, llamada Taj Mahal. Os veo bien, con las dudas y problemillas propios de un viaje de semejante envergadura, pero me da que ya habeis pasado ese período crítico, en el cual uno o continúa o se va para casa. No sabeis de lo que os estais librando: Por un lado, un otoño totalmente atípico, con sequía prolongada y temperaturas anormalmente altas, y de golpe, en tres días se nos vienen encima más de trescientos litros por metro cuadrado. Las partes bajas de Andoain, Villabona, Hernani, Ergobia, Martutene, Oiartzun y demás lugares con río a su lado, anegadas. Incluso ha habido una víctima mortal en Irún, pero bueno, ya ha pasado y hoy luce el sol. En algunos lugares del Pirineo han caído, en tres días, dos metros y medio de nieve. Y por el otro lado, un estúpido y "más de lo mismo" debate electoral entre estos dos peleles del capitalismo (como si no hibiera más partidos y agrupaciones a las que votar). Esto se parece a USA (se celebra el Hallowen), (Republicanos y demócratas- PPPSOE), y punto. Se palpa el hastío en la gente, y yo solo espero que estos dos de peguen un gran batacazo, aunque las encuestas le dan mayoría absoluta al barbas franquista. En fin, es lo que hay ¡QUE LES DEN!. Espero que por allí tengais buen tiempo, y esa improvisación de la que tanto os estais valiendo os sirva para resolver todos los "problemas" que os vayan surgiendo. Disfrutad todo lo que podais. Os queda muchísimo y eso es lo que cuenta. Pues nada, un abrazo y hasta otro comunicado.

Xabi Mendizabal.

enri dijo...

Hola chicos, Eso de las diarreas en la india es muy normal, pero ya sabeis, tomad yogures y lasi, para prevenir