domingo, 11 de marzo de 2012

Luang Namtha y despedida de Laos


Se acabó nuestra estancia en Laos. En Huay Xai atravesamos el Mekong y al otro lado del río nos esperaba Tailandia. Montados en una de esas barcas de popa larga, mirábamos hacia atrás con nostalgia. A veces las despedidas son difíciles. Como ésta. Quien busque aventura, tranquilidad, naturaleza y gente sencilla, que venga a este país. Las carreteras y el transporte son tan sólo una anécdota que aportará un toque emocionante al relato del viaje. Las imágenes de Laos serán las de las montañas que se elevan como gigantes sobre los llanos arrozales; las playas y las palmeras en la ribera del río;  las casitas de madera y de hojas de palmera trenzada; la tradicional y elegante falda laosiana que llevan la mayoría de las mujeres; los puentes de bambú; los bosques que en el norte, en las montañas, forman una espesa manta de color verde oscuro y que parece no tener fin; los niños que no se pueden sentar en el sillín porque la bicicleta es cinco tallas más grandes que ellos; el polvo en el camino; la ruta trece que nos recorrimos de sur a norte y los pueblos situados al borde de la carretera; los novicios y monjes con sus coloridas túnicas naranjas.. Pero, quizás lo que más nos haya gustado es el ritmo pausado con el que transcurre la vida, como si de repente todo se ralentizara...Más de uno moriría de aburrimiento... 

Pero aún nos queda por contar el último capítulo de la crónica de este país, aunque ya estemos desde hace más de una semana en Tailandia y los recuerdos queden algo borrosos. De Luang Prabang nos fuimos a Luang Namtha, no sin antes debatir si seguir hacia el norte o coger un barco y pasar directamente a Tailandia. La única razón para no continuar en Laos, era el estado de las carreteras. Nos daba pereza meternos otras ocho horas botando en el asiento. Pero no pudimos evitarlo y al final no fue tan terrible. Cuando llevábamos cinco horas, el conductor nos dijo que nos quedaban unas tres más, quizás dos y media porque la carretera era muy buena. El descojono fue general. Todos pensamos que bromeaba...pero se conoce que no entendemos el sentido del humor laosiano, porque desde Udomxai hasta nuestro destino, nos encontramos con el mejor tramo de carreteras de todo Laos: ¿Qué importan los miles de curvas cuando la carretera es ancha, está perfectamente asfaltada y hay quitamiedos?




Llegamos a Luang Namtha y comprobamos que el pueblo no tiene mucho más que una calle principal. Había varias guesthouses, pero encontramos una que nos gustó en cuanto la  vimos y  cuando nos dijeron el precio, no hubo nada más que pensar. Ese día decidimos que al día siguiente no haríamos nada. Así que nos levantamos tarde y nos dedicamos a vaguear, a escribir el diario, algún correo que otro, y a mirar un poco las ofertas de trekking por la zona y cómo estaba el alquiler de bici y moto. Un trekking por la selva no nos apetecía demasiado en ese momento, así que alquilamos una moto y nos fuimos a ver las aldeas tribales que hay en los alrededores. Nos pasamos todo el día por caminos de piedras y tierra casi hasta al atardecer. Habíamos pensado ir a un poblado Akha, situado en la  montaña, que parecía muy interesante. Empezamos a subir, pero tardamos más de media hora en hacer tan solo tres kilómetros de los diez que hay de distancia. Las cuestas muy pronunciadas y el terreno lleno de piedras y agujeros hacía que la  moto nos derrapara todo el rato. Viendo la dificultad del camino y con miedo de que a la vuelta nos cayera la noche encima decidimos dejarlo  para el día siguiente. Pero no pudo ser, por ciertos problemas estomacales que nos retuvieron en nuestra habitación. El caso es que nuestra estancia aqui, todo hay que decirlo, no fue demasiado fructífera.

Fuimos  a ver una cascada, que, por cierto, estaba seca y visitamos el pueblecillo de la etnia Lantan




Pescando en el río
Mujer de la etnia Akha






Y nada más resta por contar. Hasta aquí nuestra experiencia en este pequeño país del sureste asiático.
                  
  Khawp jai la lai!!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Acabo de pasar un par de horas de esta tarde de domingo leyendo vuestro blog, y ha sido una gozada ! Para un comodón como yo impresionan vuestros relatos, eso es viajar ! Aqui todas las ciudades han quedado iguales entre hoteles Hilton, MacDonalds y Zara... Y gentes con poco tiempo para pensar y demasiado para estar agobiado, temeroso por el futuro y atiborrado de noticias q nos deprimen...q envidia ver tanta sonrisa y tanta naturaleza! Disfrutad mucho y seguid con el blog! Abrazo! Valero

Pd: Zorionak con reservado a Jon, q Josu ha comentado su recién cumple...