Estando en Lumbini, lugar de nacimiento de Shiddhartha Gautama, padre del budismo, nos hemos enterado del comunicado de ETA en el que anuncia el cese definitivo de la violencia. Nos hubiera gustado mucho estar ahí, viviendo este momento histórico, pero, pese a que estamos tan lejos, queremos compartir nuestra alegría con todos vosotros.
Lumbini es pobre, polvoriento, hace mucho calor y está llena de mosquitos que, en ocasiones, hacen de las suyas. Al llegar aqui dejamos atrás el Himalaya, para encontrarnos con una vasta llanura de arrozales y árboles de mango, que se pierde en el horizonte. No solo el paisaje ha cambiado, sino también sus habitantes. Su piel es más oscura y las mujeres llevan los saris de colores más vivos.Se nota que estamos muy cerca de la frontera con la India. Tan cerca, que mañana nos despediremos de este país que tanto nos ha gustado, para adentrarnos en otro mucho más extenso, y que nos atrae tanto como nos asusta.
¿Qué es lo que más nos ha gustado de Nepal? Sin duda, las altas cumbres son su atractivo turístico y lo que a nosotros más nos ha cautivado. Cerca de ellas hemos vivido momentos muy emocionantes. Pero también la locura de Kathmandú, y sobre todo la comida. Los increibles desayunos en una bakery de Thamel y las comidas en Mitho (que en nepalí significa "delicioso") donde coincidimos con Leonardo, un uruguayo afincado en Portugal, con el que casi nos partimos de la risa cuando nos empezó a contar anécdotas de sus innumerables viajes a lo largo y ancho de este planeta. Las conversaciones alrededor de una estufa de leña en Langtang con gente de todas las nacionalidades. Aquellas cervecitas al atardecer a orillas del lago en Pokhara. Las conversaciones con los nepalíes en los autobuses locales, y en las plazas...Las sonrisas de los niños que nos miran con curiosidad y juntan las palmas de las manos mientras nos saludan con un "Namaste" o "Hello"...Y tantas otras cosas...
Lumbini es pobre, polvoriento, hace mucho calor y está llena de mosquitos que, en ocasiones, hacen de las suyas. Al llegar aqui dejamos atrás el Himalaya, para encontrarnos con una vasta llanura de arrozales y árboles de mango, que se pierde en el horizonte. No solo el paisaje ha cambiado, sino también sus habitantes. Su piel es más oscura y las mujeres llevan los saris de colores más vivos.Se nota que estamos muy cerca de la frontera con la India. Tan cerca, que mañana nos despediremos de este país que tanto nos ha gustado, para adentrarnos en otro mucho más extenso, y que nos atrae tanto como nos asusta.
¿Qué es lo que más nos ha gustado de Nepal? Sin duda, las altas cumbres son su atractivo turístico y lo que a nosotros más nos ha cautivado. Cerca de ellas hemos vivido momentos muy emocionantes. Pero también la locura de Kathmandú, y sobre todo la comida. Los increibles desayunos en una bakery de Thamel y las comidas en Mitho (que en nepalí significa "delicioso") donde coincidimos con Leonardo, un uruguayo afincado en Portugal, con el que casi nos partimos de la risa cuando nos empezó a contar anécdotas de sus innumerables viajes a lo largo y ancho de este planeta. Las conversaciones alrededor de una estufa de leña en Langtang con gente de todas las nacionalidades. Aquellas cervecitas al atardecer a orillas del lago en Pokhara. Las conversaciones con los nepalíes en los autobuses locales, y en las plazas...Las sonrisas de los niños que nos miran con curiosidad y juntan las palmas de las manos mientras nos saludan con un "Namaste" o "Hello"...Y tantas otras cosas...
Supongo que este país nos ha enamorado, aunque también tenemos decir que las carreteras son un horror (sobre todo después del monzón); que los buses locales resultan divertidos un rato, pero son terriblemente incómodos; que el concepto de limpieza no es el mismo que podamos tener nosotros; y que la sensación que te provoca cuando visitas algunas poblaciones o ciertos barrios de ciudades grandes, es que todo está destartalado...en fin, nada es perfecto.
Mañana cogeremos un tren que nos llevará a Benarés porque queremos comenzar con el destino más "suave" de toda la India, ja, ja...Aquí, en Lumbini, nos han dicho que quien puede con la India puede con cualquier país. Así que ¿Podremos nosotros con ella o ella con nosotros?