jueves, 6 de octubre de 2011

Bhaktapur y Dhulikel

Hemos pasado dos días en Bhaktapur. Desde Kathmandú hasta este lugar, no hemos tardado ni una hora en el bus local, pero también hay que decir que había muy poco tráfico para salir de la ciudad, porque en estos días los nepalíes celebran el Dasain, una de sus festividades más importantes. Es algo similar a la Navidad para nosotros. Así que la mayoría ha abandonado la capital para ir a su pueblo de origen.



A nosotros esta fiesta nos ha coincidido en Bhaktapur y hemos podido ser testigos de la música, cánticos, ofrendas y sacrificios de animales que se producen en calles y templos. Todo ello en un escenario mágico que te transporta varios siglos atrás en el tiempo, y que te permite imaginar el esplendor de una época ya pasada.





Lo que resulta más sorprendente es que los edificios, las esculturas, todos ellos de gran belleza, se encuentran al alcance y para disfrute tanto de los locales como de los turistas. Y además se convierten en un lugar de reunión para ellos. Es como quedar en el Boulevard de Donosti, ja, ja...
Te sientas en uno de esos templos, siempre a la sombra y ves a las familias tomando un helado, a los niños haciendo volar sus cometas, a los adolescentes flirteando y jugando con el móvil, y a los turistas haciendo fotos... A simple vista parece muy diferente, pero en el fondo tenemos comportamientos muy similares.

Nos llama la atención que practicamente todas las actividades de su vida cotidiana, se desarrollan en plena calle. Sin embargo, las manifestaciones de cariño, tales como besarse en la boca, según tenemos entendido, no están bien vistas.

Ayer por la tarde nos dedicamos a visitar las tres plazas principales del pueblo. Al llegar a la última, nos encontramos con una gran aglomeración de gente, situada en las alturas y en los laterales de la calle, que parecía estar esperando a que algo sucediera. De repente, vimos que la gente echaba a correr como asustada, y claro, nosotros sin saber muy bien qué estaba pasando también echamos a correr (por si acaso). Casi nos perdemos el uno del otro. Y entonces le preguntamos a uno de un puesto de agua: "What is it?" "Bull Festival". Jode, pues resulta que consiste en soltar un toro por la calle, como parte de un ritual religioso. Así que por poco corremos un encierro en Nepal, ja, ja... Aquí cada día es una sorpresa.

Nos ha dado mucha pena dejar esta ciudad, llena de encanto y de gente amable que se sienta a nuestro lado y nos pregunta qué opinamos de Nepal y sus habitantes. Es gracioso ver cómo cada vez que nos ponemos a mirar las fotos que hemos hecho, siempre se acerca algún curioso o se forma algún corrillo a nuestro alrededor y acabamos echando unas risas.

Si algo está quedando claro, es que a veces no conocer el idioma puede suponer alguna dificultad, pero si sonríes, ellos normalmente te responden con otra sonrisa y ya no es necesario nada más.



Después de estos dos días en Bhaktapur, nos hemos dirigido a Dhulikel. La carretera es buena y hemos llegado en menos de una hora. El bus local iba lleno y el cobrador nos ha sugerido que viajáramos en el techo, pero ya hemos tenido más de una emoción fuerte y nos hemos negado. Por lo tanto, ha tocado de pie y en el pasillo. Nuevamente nos han vuelto a ayudar, sujetándonos las mochilas para que no se nos caigan al suelo e incluso ofreciéndonos asiento cuando alguno queda libre.

Dhulikel ha sido para nosotros bastante decepcionante. Habíamos leído, que además de ser un lugar que ofrece unas bonitas vistas del Himalaya, el pueblo en sí merecía una visita por ser una aldea newar. No es por nada, pero la única atracción turística que tenía el pueblo éramos nosotros. Desde que llegamos a Nepal nunca nos habíamos sentido tan observados. Sí que es cierto que en algunos lugares nos miran y nos sonríen, pero es que aqui era demasiado descarado, hasta el punto de sentirnos un poco incómodos. Aunque quizás sea cosa nuestra...

Por la mañana, hemos visitado dos templos y hemos dado un paseo por el pueblo. Y por la tarde, hemos subido a la azotea del hotel donde nos alojamos para ver la vista de las montañas que tanto nos habían recomendado. Pero como había bastantes nubes, tampoco se veía demasiado. Las expectativas eran altas porque allí estábamos los "cuatro" huéspedes del hotel.




Para rematar el día, la habitación era un horror. Movimos una silla y detrás ¡sorpresa! un calzoncillo ¿usado? La cisterna del baño perdía agua. En cuanto a la decoración, el dueño del hotel, tenía fotografías por toda la casa, incluída nuestra habitación, de un señor con pinta de ser el gurú de una secta, una mezcla entre Maradona y Gadafi, ja, ja... Por último, en la mayor parte de las Guest Houses en las que nos solemos alojar, no hay ni toallas ni papel higiénico. Algo que nos parece muy normal, si tenemos en cuenta, que estamos pagando entre cinco y nueve euros la habitación doble con baño. En este hotel, después de enseñarnos la habitación, y pese a todo decirle que nos quedábamos, nos comenta muy amablemente que nos va a subir una toalla, ¡Qué lujo! Ojalá no la hubiese traído. Estaba llena de pelos y lamparones, así que se quedó exactamente en el mismo sitio en donde nos la dejó.

Y seguimos vivos después de todo...












4 comentarios:

Anónimo dijo...

A BHAKTAPUR VENIMOS, POR SER NUESTRO PATRON...JA,JA.
IA,IA EZ DAKIT IRUÑAKO ENTZIERROA ALA DONOSTIAKO MARATOIA EGITEN DUZUEN.
DIRUDIENEZ EURIAK ATZEAN UTZI DITUZUE. LASTIMA LAINO HORIEK HIMALAYAKO MENDIKATEA ONDO BEGIZTATZEN EZ UZTEA, ALA ERE OSO ARGAZKI POLITA.
HEMEN, UDARAN IZAN EZ DUGUN EGURALDIA DUGU. PENTSA,URRIAN 30º.

MUXUK

LARRA

Anónimo dijo...

Kaixo bullfighters,

Menudas aventuras estáis viviendo; toros, toallas peludas, besos escondidos ...

Lo del canconcillo es la bomba, pero mejor eso que un insecto repugnante de esos que ya conocemos. Eso sí, yo le bajaría al dueño del hostal la cosa intocable colgado de un palo de madera largo larguísimo no vaya a ser que comience a caminar inesperadamente,jaja.

Veo que el buen tiempo os ha llegado, como bien a dicho Larraitz, y que estáis adquiriendo ese tono nepalí que tanto me gusta. muxitos,
esti

Xabier Mendizabal dijo...

Parece mentira, pero ya va a hacer un mes que os fuisteis. Seguro que a vosotros os parecerá mucho más tiempo, pues cuando se está en permanente contacto con lo nuevo, con lo desconocido, el tiempo cobra otra dimensión Por aquí, todo sigue igual, a punto de soportar el coñazo de una campaña electoral que yo tengo cada vez más claro que no sirve para nada. No sabeis la suerte que teneis de libraros de esta capullada. Preferiría mil veces ver una sonrisa sencilla y humilde de esas buenas gentes nepalíes que esas sonrisas falsas e hipócritas de los que una vez más nos van a intentar vender sus motos que no funcionan.
De momento, por lo que veo, todo marcha bien para vosotros, y así espero que sea hasta que volvais de esta bonita experiencia. Cada vez os envidio más, lo que estais haciendo es algo que llena la vida de plenitud, y otros puntos de vista acerca de como vivimos por aquí. Ondo segi. Beste bat arte.

Xabi Mendizabal.

Anónimo dijo...

Jon, que eres de pasaia coño!!!!! tenias que haber demostrado ahi, delante del toro!!!!!!!!

REspecto a lo ir montados arriba en el bus .... TODO UN ACIERTO NO HACERLO!!!