miércoles, 30 de noviembre de 2011

Goa

Hace quince días, más o menos, llegamos a Goa, después de un viaje en autobús de diecisiete horas. Bueno, en realidad fueron dos autobuses, uno de Aurangabad a Pune, y otro de Pune a Panjim (capital de Goa).Entre uno y otro había dos horas y media de diferencia, tiempo más que suficiente para cambiar de estación, que es lo que tuvimos que hacer. Sin embargo, como en la India sin tensión no hay emoción, a causa de los retrasos y diferentes paradas sin motivo aparente, a punto estuvimos de perderlo.

En el autobús de Pune, conocimos a una pareja de indios que vivían en Bombay. Nos invitaron a comer coco y otras chucherías que llevaban para el viaje. Estuvimos un rato de charla y como siempre, nos preguntaron si nos gustaba su país y qué lugares habíamos visitado. También nos dijeron que últimamente se han grabado algunas películas de Bolywood en España y que por lo que habían visto en las mismas, el país les parecía muy bonito. Tenían grabada en el móvil una canción en castellano, una rumba, que forma parte de la banda sonora original de una de esas películas y que debe estar muy de moda, ya que curiosamente cuando estábamos haciendo el trekking en Langtang, un nepalí también la llevaba en su móvil.

Cuando llegamos a Pune, nada más bajarnos del autobús allí estaba congregada "la mafia del tuc-tuc" (así es como nosotros la llamamos: cuando hay un montón de tuc tucs en un mismo lugar, te piden unos precios desmesurados y ninguno está dispuesto a rebajarlos ni una rupia, entre otras cosas porque todos los demás se le echarían encima, como ya hemos comprobado en más de una ocasión. La solución es ir un poco más lejos donde haya algún tuc tuc aislado y así poder llegar a un acuerdo razonable). En esta ocasión no teníamos demasiado tiempo para negociar, y nos pedían una barbaridad. Sin decir nosotros nada, unos indios que venían en nuestro autobús nos preguntaron a ver adónde queríamos ir y se pusieron a discutir con los conductores, porque incluso a ellos les parecía excesivo lo que nos estaban pidiendo. Aunque no entendíamos lo que estaban hablando, parecía que la cosa empezaba a ponerse fea. Finalmente, y viendo que no conseguían nada, nos dijeron que les acompañásemos a otra parada de tuc tucs y así lo hicimos. Gracias a ellos conseguimos un precio justo.

Tras pasar toda la noche en una litera, en la que apenas podíamos movernos, pero que no impidió que durmiéramos, a las diez de la mañana llegamos a Panjim. La víspera habíamos llamado a una guest house para saber si tenían habitaciones libres y nos habían dicho que tenían muchas. Así que nos dirigimos allí con paso firme. Pero no hubo suerte. Parece que de un día para otro, se les había llenado todo el hotel y sólo quedaba una habitación libre sin baño. Así que no nos servía. Nos hemos alojado en sitios con baño compartido, pero de vez en cuando, necesitamos que tenga baño dentro para lavar la ropa. Por lo tanto no nos quedó más remedio que iniciar la búsqueda, con todo el calor y el mochilón a cuestas. Las perspecitivas no eran muy halagüeñas. Muchos alojamientos estaban llenos y otros, además de ser muy cutres, costaban demasiado dinero. Finalmente nos quedamos en uno que nos pedían ochocientas rupias, pero que conseguimos rebajar a quinientas. La habitación era bastante fea, pero al menos estaba limpia. La mayor parte de las habitaciones en las que nos alojamos son muy espartanas. Tienen la cama, a veces alguna silla, y si hay suerte una mesa o mesilla. En ésta, en concreto, había una silla de plástico de las que hay en las terrazas de los bares y una mesa de camping que nos vino muy bien. Colocamos el tenderete, extendimos nuestros pareos y la convertimos por unos días en nuestra casa. El agua caliente se convierte muchas veces en un lujo, ¿pero quién la necesita cuando fuera hay más de 30º? Además, así somos más ecológicos y nos duchamos rapidito, ja, ja...


Nuestra habitación en Panjim














El gran descubrimiento en Goa ha sido la comida. Después de organizarnos un poco, salimos a buscar un lugar donde comer y cuando nos trajeron la carta, un infinito mundo de posibilidades se abrió ante nosotros: ¡pescado!, ¡ternera!,¡pollo!,¡cerdo!
Así que desde entonces hasta ahora nos estamos dando un banquete cada día, por lo que pudiera pasar...

Panjim es muy diferente a todo lo que hemos visto hasta el momento en India: las calles están más limpias, hay aceras y además la gente las utiliza para caminar, apenas hay vacas, y los lugareños son más amables. También es evidente el pasado colonial portugués del estado, que se aprecia en los edificios, en los nombres de las calles y en las iglesias.

Calle de Panjim















En Panjim nos quedamos tres noches. La ciudad nos gustó mucho y desde allí hicimos alguna excursión en bus local.

Bus local de Panjim
Muy cerca está la Vieja Goa. Es la antigua capital y está llena de iglesias cristianas. Estuvimos visitando, entre otras, la iglesia en la que están enterrados los restos de San Francisco Javier, que es el patrón de Goa y cuya celebración el 3 de diciembre, es la mayor fiesta del estado y dura diez días.

De manera general, nos sorprende el fervor religioso que se percibe en la India, sea de la religión que sea. Hindués, musulmanes y cristianos demuestran en cada momento la creencia que profesan, tanto en sus casas, como en sus coches y negocios.

También fuimos a pasar la tarde a un pueblecito pesquero llamado Dona Paula y al día siguiente estuvimos en otro muy turístico llamado Candolin, con el fin de tirarnos un rato en la playa y de paso, visitamos Fort Aguada, un fuerte portugués del siglo XXVII y un antiguo faro. Nos pegamos una buena caminata para llegar hasta allí, bajo un sol de justicia y el lugar no está mal, pero no mereció la pena tanto esfuerzo.

De camino a Fort Aguada

Dona Paula

Fort Aguada







































  

Durante estos días teníamos que decidir a qué playa nos iríamos de vacaciones (ja,ja, vacaciones de vacaciones, es que viajar por la India estresa mucho...). Dudamos entre Palolem y Arambol porque las dos tenían muy buena pinta. Finalmente decidimos tirar hacia el sur, que es precisamente por donde continua nuestro viaje. Así que ahora mismo estamos en Palolem.

Imagina una playa de arena blanca con forma de media luna y ribeteada de palmeras. El sonido de las olas que rompen en la orilla y una enorme bola de color naranja que tiñe el cielo y la superficie del mar. Así es como se nos presentó Palolem el día que llegamos.

Primer atardecer en Palolem
Y ahora deja de soñar, porque incluso el paraíso tiene sus imperfecciones, e imagina una hilera interminable de chiringuitos y cabañas medio escondidos entre las palmeras, vacas y perros sentados a la sombra de las barquitas, y algún que otro plastón en la arena... Entonces caes en la cuenta de que estás en la India y que al contrario de lo que pudiera parecer, todo ello no le resta ni un ápice de encanto al lugar (siempre que no te lleves el plastón en la zapatilla o peor aún, en el pie, que ya nos ha pasado...).

Panorámica de la playa














No hay mucho más que contar de este lugar. Los días se van pasando plácidamente sin hacer nada más que levantarse tarde, pasear por la playa, darse algún chapuzón que otro, deleitarse con la comida y ver cada día un atardecer diferente.



Y así lo que iban a ser seis días se han convertido en once. Únicamente ha habido un par de acontecimientos que han alterado esta rutina. La aparición de una serpiente marina venenosa todavía viva en la orilla y un temporal en la mar que destrozó varios chiringuitos y canoas de pesca. Hecho éste último, que ha sido noticia de primera plana en los diarios locales.

Y según nos dijeron, ésta era de las pequeñas... ¿Quién da más miedo, los maromos o la serpiente?
Mañana nos vamos. Cogemos un tren que nos llevará al estado de Kerala, última parada en este país. Nos da pena dejar esta playa, pero habrá otros mares y otras playas...

8 comentarios:

Xabier Mendizabal dijo...

Kaixo Pareja. Ya veo que vuestras peripecias marchan viento en popa, con las normales "putadillas" lógicas en un viaje así.
Los tiras y aflojas lógicos se dan en países donde la pobreza campa por sus anchas, donde el concepto de sus gentes mete a todos los turistas, aventureros y viajeros en el mismo saco del "serán ricos", aunque bien cierto es que al menos materialmente lo somos a su lado, no así espiritualmente.
Ayer estuve hablando con mi tío, que ya ha vuelto de su viaje al Nepal y Varanasi. Desde hace 16 años, está fascinado por el hinduísmo, y se entrega a esa ardua tarea de encontrar ese equilibrio espiritual, tan difícil de conseguir en esta sociedad egocéntrica, prepotente y materialista.
Estuvo con mi primo (su hijo) en un sencillo hotelito a orillas del Ganges, y se ha pasado largas horas meditando y recitando mantras en sus orillas, en esos preciosos anocheceres que me ha descrito entusiasmado. A sus 69 años, y con sus achaques, me asegura que este viaje le ha fascinado hasta el extremo de haberle cambiado muchos conceptos, y afirmar que aquí vivimos en una falsa realidad, en una burbuja de ignorancia y un total alejamiento de todo atisbo de espiritualidad.
Algunos de los mantras que me ha enseñado, aparte del famoso Hare Krisna, son este, que hace alusión a la simbología de la flor de loto en el hinduísmo: "Om mani padme um". Parece mentira el poder que pueden tener ciertas palabras, repetidas muchas veces, mantras que te pueden hacer poner la mente en blanco, y desconectarte de los absurdos problemas que nos buscamos en esta sociedad absurda y competitiva, en nuestra inútil búsqueda de la felicidad, alejados de cualquier valor espiritual e ignorando a la muerte, escondiéndola, negándola, muerte que no es sino un acto más de nuestra vida, de nuestro peregrinar por el universo infinito de la espiritualidad.
Seguiré atento a vuestras evoluciones por aquellos alejados mundos, tan distintos al nuestro, ese que algunos creen, en su orgulloso chovinismo, que es el mejor porque posee y atesora más bienes materiales. Un abrazo.

Xabi Mendizabal.

Anónimo dijo...

Kaixo bikote,

Desde Sn Sn Beach os escribo. Llueve. Las olas son grandes. Trozos de madera y algún que otro bidón azul celeste me rodean. Mi paraguas mágico me protege de la lluvia vertical, pero no tanto de la horizontal y del viento agitado, así que me daré prisa en escribir, antes de que el portátil forme parte del paisaje. Leo que las aguas por ahí también han hecho de las suyas. Pero en días calmosos, ¿Flotan muchas boñigas gigantes u os habéis bañado tranquilos y relajados, sin mirar a los lados? Leo que habéis recuperado fuerzas para seguir conociendo rincones nuevos, que habéis comido la carne que tanto anhelabais y también pescado de todas las variedades, que habéis conocido a lugareños entrañables y a otros expertos en el arte de la supervivencia. Y sin daros cuenta, el final del año se acerca. Estoy intrigada de saber donde lo vais a celebrar, pero ya nos iréis desvelando vuestro secreto. Mientras tanto, vivir cada segundo del siguiente destino en la India.

Xabi, hombre de mente inquieta, leo siempre tus comentarios pues me gusta saber que pasa por la mente de los demás. Te invito, con todo mi amor, a que leas este artículo (a mí me ha servido de mucho) por si te ayuda en algo en tu búsqueda interior:

http://www.oshogulaab.com/JIDDU/TEXTOS/JIDDU-meditacion.html

Y aprovecho la ocasión para poner un enlace con muchas versiones del mantra al que haces alusión por si alguien tiene interés en saber de que estamos hablando.

http://www.youtube.com/watch?v=iG_lNuNUVd4&feature=related

Muxu handi bat guztioi,

Estibalitz.

Xabier Mendizabal dijo...

Kaixo, Estibalitz. No te conozco, pero tus comentarios acerca de mí me halagan. Yo solo doy forma a mi ser, a mi interior, a mi esencia vital, plasmando en forma de escritura las inquietudes que ebullen en mi cerebro inconformista. Mi búsqueda de mi esencia física morirá conmigo, cuando mi cuerpo carnal deje de funcionar, pues estoy seguro de que, al igual que ciertas culturas cuidan la mente más que la fachada, nuestra constante evolución va superando escalones, vidas, épocas, vivencias, penas, alegrías, salud y enfermedad, en una constante búsqueda de la elevación suprema hacia la libertad de nuestro espíritu, tan atribulado en este mundo competitivo y materialista. Gracias por los enlaces. Los miraré atentaMENTE. Deseemos suerte a esta pareja, que dejándolo todo, buscan, a su particular manera, la paz interior, y un nuevo concepto de la vida, en esta muerte aparente que nos marca el devenir de nuestra caduca civilización. Muxu aundi bat guztioi.

Xabi Mendizabal.

Iñaki dijo...

Joe, con tanta filosofía no me atrevo a escribir nada, a ver mañana...un beso. Ah, y hola ante todo :-)

Xabier Mendizabal dijo...

Venga, Iñaki, anímate y dale a las teclas. Todos llevamos a un filósofo dentro. Es cuestión de sacarlo de dentro y darle forma. Escribe, escribe, escribe, que cuanto más escribamos, más leeremos, y cuanto más leamos más seremos nosotros mismos en nuestra pura esencia, esa que aún piensa por sí misma y no gusta demasiado a los que se arrogan el derecho a dirigir nuestras vidas.
Mira a Jon y a Silvia, cuando se ponen, qué bien saben trasnmitirnos sus vivencias, qué ameno resulta leerles y meterse en sus pieles de aventureros, de viajeros inquietos, de buscadores de su propio destino.
Saludos a todos.

Xabi Mendizabal.

Anónimo dijo...

Hola Iñaki. Dale a la tecla, al intelecto, al cerebro, a la razón. No tengas miedo. El miedo no existe, es producto de nuestra imaginación,jajaja.

Esti

Anónimo dijo...

Kaixo marujis... cómo me alegra ver que nos animamos a intercomunicarnos, eso dará riqueza y vida a éste blog que con gran Amor nos brindan Jon y mi dama del lago, Silvia...No sabía que entre sus amigos había tanto filósofo suelto, jajaja. Yo lo que propongo es algo muy filosófico.... y es que todos los que estamos participando en este blog, cuando lleguen de sus andanzas nuestros muy amados, nos vayamos todos a una sociedad, nos conozcamos y entre sidra y sidra (o similar), nos riamos y si las neuronas funcionan pese al alcohol, filosofemos... puede que alguno se ponga a meditar en mitad de la comida, cosa que a mi me encantará ver, porque aprovecharé para comer más jajaja.

Ya que Esti y Xabi se animan, me apunto a escribir algo filosófico: " la Paz, el Espíritu, libre es y no lo puede atrapar el pensamiento humano, por lo que no hace falta ir a ningún lado a buscarlo (llámase India, cueva de Yoguis etc), porque dentro de nosotros está. El Espíritu es como el aire, en todas partes está, sólo una mente libre de condicionamiento, de ego, puede tocarlo. Muchos dicen ser libres, pero estás libre del condicionamiento y del pensamiento?? difícil verdad?
El río es la vida en perfecta fluidez y armonía, nosotros con nuestro cerebro, atrapamos una parte de ese torrente de Vida con un cubo y lo hacemos nuestro, pensando que esa es la realidad, pero ese agua estancada, no fluye y se va quedando como un pantano, oscura, sucia y llena de bichos... Eso es nuestro nomal vivir, para conseguir vivir en el torrente de vida (agua), nuestro cuerpo, mente y corazón en perfecta unión de esa trinidad, debe estar sensible y atenta a cada vivencia ocurrida en cada instante, sin juicio, valor... sin ego, si no indudablemente viviremos la decadencia de nuestro ser y nuestra mente no verá con claridad, pues oscura estará como el fondo de ese pantano.
Ufff!!!! me acaba de dar un tirón en la neurona principal, debo dejar de filosofar, jajaja.
Un especial abrazo a Jon y Silvia y otro a nuestros compañeros de blog.
Con todo mi Amor. Ander.

Xabier Mendizabal dijo...

Ander, me has dejado anonadado. Vamos, que de haber seguido escribiendo estaría levitando y libre de esta cárcel que es nuestro cuerpo carnal. Lo de la sidrería es una buena idea, además teniendo en cuenta que para entonces, nuestra pareja amiga echará de menos algo así, y me imagino que vendrán con unos kilitos de menos. El tiempo pasa rápido, y nosotros con él. Para cuando nos demos cuenta, los tendremos por aquí. Mientras tanto, les quedan mil y un avatares que vivir. Estaremos al tanto. Abrazos a todos.

Xabi Mendizabal.