lunes, 5 de diciembre de 2011

Ultimos días en India

La razón por la que fuimos a Alleppey fue para conocer los backwaters y navegar por kilómetros y kilómetros de canales, observando la vida de los pueblos ribereños. Hay varias posibilidades de hacerlo. Entre ellas, alquilar una casa flotante para unos días o pasar el día en una canoa. Al principio, la primera opción fue la que barajamos, ya que habíamos leído maravillas sobre estas enormes barcazas. Lo único que nos echaba para atrás es que nos suponía demasiado dinero, aunque por otro lado, pensamos que ya nos lo quitaríamos de otras cosas. Sin embargo, una vez que llegamos a Alleppey y nos estuvimos informando sobre el tema, no nos gustó el hecho de que por el gran tamaño de la embarcación, no pudiese navegar por los canales pequeños, que es lo que a nosotros nos parecía más atractivo. Así que, finalmente, nos decantamos por la pequeña canoa y pasamos el día con Sajeev, el barquero, compartiendo desayuno y comida con él y su familia.


Esta es la canoa en la que pasamos el día

Comida típica de Kerala servida en una hoja de bananera

A este lugar lo llaman la Venecia de Asia o la Venecia de los cocoteros. Y si la Venecia de Italia deslumbra por la belleza en la arquitectura de sus edificios, la de la India lo hace por su desbordante naturaleza.

Uno de los pequeños canales

El gran canal

En Alleppey se celebra en agosto una regata llamada Nehru Trophy y pudimos ver cómo es una de las embarcaciones que participan. En ella, reman simultáneamente nada más y nada menos que cien hombres ¡menuda coordinación! Tiene que ser un verdadero espectáculo poder verlo.

Otro día cogimos otro barco, esta vez para ver el atardecer y...


...nos dejaron conducir un rato la embarcación

Desde aquí, salimos dirección a Varkala. Como en Goa habíamos cogido varios autobuses locales y la cosa había ido bien, decidimos hacer el viaje de esta manera. Así que después de pegarnos el desayuno de los campeones en la Guest House, nos dirijimos a la estación de autobuses. La escena es la siguiente: para empezar, el autobús es puro hierro; las ventanas no tienes cristales, por lo que el aire circula que da gusto (un buen sustituto del aire acondicionado); van el conductor y el que cobra el billete; y hay una cuerda que va por todo el techo hasta una campanita, con la que se avisa tanto de la parada como de la puesta en marcha. Aquí el dicho "donde comen dos comen tres" se convierte en "donde caben dos caben cincuenta", así que normalmente van como sardinas en lata. Si a ésto le añades que en la carretera impera la ley del más grande, se convierte en una secuencia de aquellos memorables dibujos animados llamados "Autos locos". Esto es, el autobús invade el carril contrario para adelantar, y los que vienen de frente que se aparten, a ver sino para qué sirve el arcén... Y así te pasas todo el viaje entre acelerones y frenazos. Hay otra cosa muy graciosa: en la estación de autobuses está la muchedumbre congregada a la espera. Entonces, antes incluso de que el susodicho se detenga, ya se empiezan a subir. No hay ese concepto tan nuestro de esperar a la cola (ni en el autobús ni en ningún sitio), que es sustituído con toda naturalidad por el empujón y el codazo. Así que nosotros, inocentes en estos lances, dejamos pasar a todo el mundo, y con la mochila a la espalda, nos tocó ir de pie en el pasillo, atiborrado de personas. Lo mejor de todo es que el señor cobrador no sabe volar y tiene que atravesar todo el autobús para dar los tickets. Nosotros no podíamos movernos ni para dejar la mochila en el suelo. Ni siquiera para girarnos un poco, porque cuando lo hacíamos, les metíamos un viaje a los que estaban sentados. El cobrador insistía en que nos la quitáramos y fuéramos hacia atrás, a lo que nosotros respondíamos: "It´s impossible". Pero, qué va, en este país, se hace posible todo lo imposible. Así que, finalmente, con algún que otro daño colateral y repartiendo "sorrys" a diestro y siniestro, conseguimos llegar al final del autobús. Afortunadamente, sólo fuimos una hora de pie.

En cuanto a Varkala, el mar, la playa y las palmeras, son los grandes protagonistas, además de una gran profusión de centros de tratamientos ayurbédicos, clases de meditación y yoga. Pese a ser muy turístico se respira un ambiente tranquilo y relajado. A nosotros lo que más nos ha gustado han sido los paseos matutinos por caminos interminables que van bordeando la costa y en los que te vas encontrando pequeños pueblos y playas desiertas. Y también ver las curiosas artes de pesca de estos pescadores. En fin, como una imagen vale más que mil palabras, aqui dejamos unas cuantas fotos...


Nunca hemos sido tan conscientes de la repercusión de la liga española

Esta escena se repite todas las mañanas: los pescadores se disponen a recoger las redes...

...y enganchan a cualquier guiri para que les eche una mano


La recompensa


El próximo día quince cogeremos el primer avión de tres que nos llevarán a Vietnam, nuestro siguiente destino. Este mismo día se cumplirán tres meses desde que iniciamos el viaje. De ellos, casi dos los hemos pasado en la India. Sin embargo, a pesar del tiempo transcurrido y de los kilómetros recorridos hemos llegado a la conclusión de que sigue siendo una desconocida para nosotros. Es tan inmensa, tan diversa y llena de contradicciones que es como viajar a otro mundo.
Desde luego, no ha sido un amor a primera vista, sino el comienzo de una relación tormentosa. Es un país que te pone constantemente a prueba. A veces incluso se nos ha pasado por la cabeza abandonar, pero algo tiene que te atrapa. Hay quien dice que debes mirar con otros ojos y dejar atrás los prejuicios de la sociedad a la que perteneces. Sin embargo, en el tiempo que llevamos aqui,  nos hemos chocado tantas veces contra el muro de la incompresión, que llegó un momento en el que decidimos intentar no cuestionarnos las cosas por muy ilógicas que nos parecieran. No es que debas mirar con otros ojos, sino que es el propio viaje y las experiencias vividas las que hacen que tu mirada cambie. Es algo que se va adquiriendo a medida que pasan las días.

Ojalá hubiésemos podido relacionarnos más con la gente, pero no te lo ponen demasiado fácil. Nuestras únicas oportunidades han surgido en el tren y el autobús y siempre han sido positivas y enriquecedoras. Quizás la culpa haya sido nuestra por visitar las zonas más turísticas. Eso hace que te conviertas únicamente en un potencial comprador de cualquier cosa.

Nuestro recorrido ha sido el siguiente: Gorakhpur-Varanasi-Khajuraho-Orcha-Agra-Pushkar-Udaipur-Ahmedabad-Aurangabad-Ajanta-Panjim-Palolem-Alleppey-Varkala. Puede que resulte extraño que en el mismo no hayamos incluído Delhi y Bombay. La razón es que no nos gustan las grandes ciudades, y aunque quizás no siempre nos deberíamos guiar por las opiniones de los demás, no hemos coincidido con un solo viajero (ya sea indio o extranjero), que nos recomendara visitarlas. Es más, aprobaban nuestra decisión de no hacerlo.

Si alguien nos preguntara qué es lo que más nos ha gustado, la respuesta es sencilla. Nos quedamos con Goa y Kerala  por muchas razones: la amabilidad de sus gentes, la belleza del paisaje, la limpieza y por supuesto, la  comida. En el resto de lugares, nos costó más adaptarnos, bien por el carácter de sus habitantes o bien porque  acabábamos de llegar y necesitábamos tiempo para asimilar todo lo que veíamos y nos sucedía.

Creemos que algún día volveremos, eso sí, con dos maletas vacías para llenarlas de cosas...ja,ja, ya nos salió la vena consumista...

See you, India!!!

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Este artículo parece sacado de la National Geographic por las fantásticas fotos que habéis sacado. La verdad es que ha estado genial conocer un poquito de la India a través de vuestras sensaciones y estoy deseando conocer Vietman, país del que hablan maravillas. Veo, Jon, que tu piel ha adquirido un tono tostado, lo que me hace suponer que Silvia, invisible woman, también tiene ese tono cuando se materializa, jiji.

Muxitos,

Estibalitz

Xabier Mendizabal dijo...

Muy bien relatado, y redactado, Silvia. Y te lo dice uno que gusta de escribir, y detallar aspectos varios que ocupan nuestra experiencia vital. Estoy descubriendo una faceta en tí: Eres capaz de transmitir fotográficamente todas vuestras vivencias, de manera que el lector casi se traslada allí sin necesidad de moverse de la silla.
Os envidio, y lo digo porque aquí las cosas van a peor, y estoy empezeando a perder toda esperanza de conseguir algún día un trabajo digno y estable. En marzo hago los cincuenta, y este aspecto, el laboral, lo veo cada vez más negro cada día que pasa. Obviamente, el tratamiento que tomo me mantiene más o menos bien, dentro de esta depresión que ya dura casi un año. Los salarios se desploman hasta el escándalo más indigno; los recortes en personal y en derechos nos estan llevando, de golpe, a tiempos anteriores a la segunda guerra mundial, en una crisis sin precedentes recientes, que algunos incluso dicen que supera en lo negativo a la gran depresión de los años veinte. Yo que vosotros, si pudiera, seguiría por esos mundos ignotos el máximo tiempo posible. Aquí ya empieza a dar asco el día a día, el ver la insultante pasividad de una sociedad acobardada, acomodada y sometida a la dictadura de los Golden Sachs and company, es decir, la economía de mercados, que pone a su antojo presidentes de países al margen de la voluntad popular, con Alemania como máximo valedor de una regresión insultante a los insoportables abismos de la indignidad, con unos recortes que aseguran van a ser insoportables.
Pero bueno, qué carajo, centrémonos en vuestro apasionante viaje que el lo que nos ocupa. A estas horas, ya estais en Vietnam. Otra cultura, otras comidas, otras gentes, otro clima, otros paisajes, y otra nueva dimensión que explorar y descubrir en un país que supo sobreponerse a la ignominia de una guerra ideada por la maquinaria imperialista yanki. Dos millones de muertos Vietnamitas por un lado, cincuenta mil soldados yankis por el otro, son cifras absolutamente desproporcionadas, que nos hablan de como este país salió victorioso a costa de un altísimo precio en vidas humanas. Por lo tanto, os auguro unas vivencias con unas gentes valientes, dignas, amantes de su país y de su cultura. Seguiré puntualmente informado de vuestras peripecias, que espero sean venturosas y enriquezcan, aún más si cabe, vuestro ya de por sí rico espíritu aventurero, humano y cultural. Un abrazo desde este lugar deprimido, que camina muy lejos de la espiritualidad y vive lleno de egoísmo ambicioso y materialista. Ondo segi y felices fiestas (a vuestra manera, claro).

Xabi Mendizabal.

Xabier Mendizabal dijo...

Por cierto, las fotos, dignas de formar parte de un gran archivo cultural y muy interesante. Veo a Jon algo "chupadillo", y lo achaco al calor, a las tensiones que habeis vivido, al cambio de alimentación y al ajetreo de un viaje de estas dimensiones. A este paso, cuando volvais, vais a parecer unas "silfides". Nada, un par de buenas sidrerías, y asunto solucionado. Seguiremos en contacto. Muxu bat.

Xabi Mendizabal.

Iñaki dijo...

Hola.

Vuestras fotos y comentarios me recuerdan a cuando estuve en India, aquello era un caos, en los autobuses se metían 200 personas (sin hacer cola), hacía calor, los hoteles tenían servicios escasos, la gente me intentaba timar siempre que veía la oportunidad... pero también encontré gente amable y simpática que me ayudaba y me hacía el viaje más llevadero. Cuántas veces pensé que me tenía que haber quedado en Nepal, de donde venía, antes de ir a...
...un momento...
...si yo nunca he estado en esos lugares...
Es que contais las cosas de una manera que psrece que todos hemos ido con vosotros de viaje (pero pagando vosotros ¿eh? :-)

Pues nada, me voy a pasar una temporada a Vietnam ¿a qué hora llega nuestro avión?
Un saludo, seguid disfrutando y aprovechando el tiempo al máximo.

Un saludo también para nuestros comopañeros de viaje, que escriben en este foro. Animo Xabi, que no decaiga, que veremos tiempos mejores.

Lo dicho, un beso.

Iñaki

Anónimo dijo...

MILA ESKEEEERRRR!
ZUEI ESKER:PAISAIA ZORAGARRIAK(NI BEREZIKI NEPALEKO GAILUREKIN GERATZEN NAIZ, ORAINGOZ NOSKI ZE ORAINDIK BIDAIA LUZEA DUZUE AURRETIK), ARRASTIRI BIKAINAK, ESKULTURA EZIN OBEAK, JAKI GOXO GOXOAK, ZUEN PAZIENTZIA DANTZAN JARTZEA LORTU DUTEN LEHENENGO TIMO EDO IRUZURRAK, TREKKINAK,MONZOIAK,BERTAKO ETA HERRIALDE DESBERDINETAKO PERTSONEKIN IZAN DITUZUEN HIZKETALDIAK; AUTOBUS,KAMIOI,TREN ETA BESTE HAINBAT GARRAIOTAN EGINDAKO BIDAIA LUZEAK. HOTEL KURIOSOAK NON ION, KANTZONTZILLO FALTAN IKUSI TA OPARI GISA BAT UTZITAKOA... EZAGUTU DITUGULAKO.

ASTEAZKEN HONTAN SANTO TOMAS,ZUEN FALTA NABARITUKO DUGU, GIPUZKUAR-ASTURIAR FAMILIA HONEK , ASKO MAITE ZAITUZTEGU.

DENA DEN, HEMEN DUGUN GIROAREKIN, XABIK DIOEN BEZALA, PRIMERAN ZAUDETE HORTIK, MUNDUA EZAGUTZEN . MUXU HAUNDI HANDIA.

Anónimo dijo...

BERRIRORE ZINATZEA AHAZTU ZAIT. LARRA NAZ

Anónimo dijo...

Nos ha encantado el relato que habeis hecho de vuestro paso por la India. Nosotros estamos inmersos en la chistorra de Santo Tomas de mañana y en los canticos de la loteria de pasado mañana, preludio de las fiestas navideñas. Aprovehamos la ocasión para felicitaros estas fiestas navideñas y desearos lo mejor para el año que viene.

Un abrazo

FAMILIA MARAÑA

Anónimo dijo...

GRANDES!!!!!! Me he puesto al dia de vuestras historias y la verdad, me quedo con el mono de seguir leyendo. Jon estas un poco delgado!!!!! Pasad unas navidades muy felices y espero poder volver a leeros pronto

joseba b.

Xabier Mendizabal dijo...

¡EGUBERRI ON, ALLÍ DONDE OS ENCONTREIS!.

susana dijo...

Buenas chicos,la verdad que estoy disfrutando mucho con todo lo que contais,en algunos momentos me digo que Valientes son (yo ni loca me atreveria a hacer muchas de las cosas)y por otra parte me parto de risa .
Espero que sigais asi de bien y que aunque un poco diferente y lejos de los que os quieren tengais una FELIZ NAVIDAD Y UN PROSPERO AÑO NUEVO !
Os mando muchos besitos y un fuerte abrazo para los dos