De Shianoukville cogimos un autobús nuevamente hasta Phnom Penh. Nos costó un dolar más que a la ida porque según nos explicaron, se acercaba el Nuevo Año Chino y como en estas fechas hay muchos desplazamientos, suben los precios. Nos tocaron los asientos del final, al lado del baño. Las cuatro horas que pasamos allí dentro difícilmente se nos van a olvidar por el calor tan tremendo que pasamos. El bus lleno, el aire acondicionado ni se notaba, y sin poder abrir una ventanilla, aquello parecía un horno y nosotros los pollitos.
En cuanto llegamos a Phnom Penh, compramos el billete en la estación de autobuses para el día siguiente poder irnos a Battanbang. Y esa tarde hicimos algo que no habíamos hecho en los cuatro meses que llevamos de viaje: nos fuimos a hacer la compra a un centro comercial. Resultaba desconcertante, con nuestro cestito por el supermercado como si estuviéramos en el Carrefour de Oiartzun, sólo que estábamos en Camboya, una sensación extraña, aunque lo disfrutamos mucho.
El viaje a Battambang se convirtió en una especie de caza al mosquitosaurio. Los había por decenas. Entregados al exterminio de este desagradable volador, la primera hora se nos pasó volando. Y luego, entre echar un sueñecito y hacer las paradas de rigor para comer algo e ir al baño, para cuando nos dimos cuenta, ya estábamos en Battambang. Muchas veces solemos comentar entre nosotros, que el tiempo que pasamos en los autobuses, trenes y otros transportes varios, aunque sean un montón de horas, ya no se nos hace tan pesado.
Battanbang es una ciudad ribereña pequeña y agradable, pero en la que no hay mucho que hacer, ni que ver, salvo dejar que el tiempo pase plácidamente mientras paseas por la ciudad observando a los lugareños. Nosotros estuvimos tres noches y aprovechamos para algunos quehaceres cotidianos como ir a la peluquería y llevar la ropa a la lavandería.
Una calle de Battanbang |
Delicioso guiso de pescado |
También cogimos el tren de bambú, que es la atracción del lugar. Este medio de transporte bastante rudimentario pero con mucho encanto, es una plataforma que va montada sobre dos ejes y un pequeño motor de gasolina que transmite su movimiento al eje trasero. La historia es que nos montamos en el mencionado artilugio y fuimos a toda leche sobre unas vías bastante destartaladas hasta llegar a un pueblo donde nos quedamos una media hora. Allí, dos niñas de once y doce años nos hicieron de guías y nos enseñaron tremendamente orgullosas un molino de arroz.
Nuestro vagón particular en el tren de bambú |
Nuestras guías, improvisadas para nosotros, no tanto para ellas que hacen ésto todos los días con los turistas y se ganan un dinerillo extra para la familia. |
Nuestro siguiente destino: Siem Riap. Para llegar hasta allí cogimos un barco o más bien un pequeño bote con asientos de madera en el que, si tienes suerte, te ponen una especie de cojín debajo de las posaderas para hacer más cómodo el viaje. Atravesamos el Tonlé Sap en una travesía de ocho horas. Es un poco largo pero muy interesante porque vas viendo, como en el Delta del Mekong, pueblos flotantes y aldeas en los márgenes del lago.
A veces tenemos la sensación de estar invadiendo su intimidad, porque pasas tan cerca de sus casas, que por supuesto están abiertas, que parece que casi puedes estar dentro de ellas, viendo todo lo que allí sucede. Sin embargo a ellos poco o nada les importa, ya que siguen con sus tareas cotidianas, como si no hubiera nadie. Es encomiable la dignidad que muestran en sus miradas y la felicidad de los niños que salen a saludarte, diciéndote adiós con las manos con todas sus fuerzas, a pesar de que no parezca que les sobre mucho de nada, más bien al contrario.
Por fin llegamos a un embarcadero, que está a unos cuantos kilómetros de Siem Riap. En teoría, teníamos el transporte incluído hasta la ciudad con el pasaje del bote, pero, cuando llegamos, no había ningún tuc tuc esperándonos, así que tuvimos que coger uno con unos holandeses para que nos saliera más barato. Así que dos chicarrones holandeses y nosotros en un tuc tuc con las mochilas de los cuatro por una carretera no asfaltada dando más botes que en algunas montañas rusas que nos hayamos montado. Para finalizar el viajecito, el tuc tuc pinchó y tuvimos que esperar como media hora a que le repararan el pinchazo. Aprovechamos para realizar algunas fotos de unos arrozales que había por allí cerca. Llegamos muy cansados a Siem Riap, dimos una pequeña vuelta y nos retiramos a dormir.
Atentos al gato de alta tecnología |
4 comentarios:
Cada vez que veo y leo vuestros comentarios, me doy más cuenta de que aquí vivimos sobrealimentados, y rodeados de muchas cosas materiales, de las cuales podríamos prescindir perfectamente. Me llama la atención esa manera de aprovechar las vías del tren. Aquí existen muchas vías que han caído en desuso, y las han arrancado. Allí por donde vais, la gente, según veo, es humilde, pero no miserable. Creo, sin lugar a dudas, que vais a volver de este gran viaje con muchos conceptos vitales y sociales cambiados. Estoy convencido de ello. Por aquí, está entrando la cola de un frente siberiano, que nos va a dejar unos días con temperaturas, por ejemplo, en Andoain, de -5ºC, y nieve al nivel del mar, aunque parece que no mucha. Ya sabeis, ahora, para curarse en salud, declaran alerta naranja hasta cuando estornuda un mosquito en Honolulú. Por el norte de Europa, se han dado temperaturas de -40ºC, que han dejado, de momento, 90 muertos. Eso sí que es una ola de frío. Así que me imagino que vosotros, según relatais, estareis inmersos totalmente en unas temperaturas absolutamente diferentes. Menos mal que no volveis ahora, porque si os encontrais a vuestro pueblo nevado a -4ºC, acabais encogidos.
Os veo ya muy sueltos a la hora de buscaros la vida por allí. Ya llevais 4 meses y medio, y ya teneis el pellejo duro. Ya veis que sigo aquí, al pié del cañón, siguiendo al dedillo vuestro gran viaje a esos mundos lejanos. ¡Besarkada aundi bat, eta hurrengo arte!.
Xabi.
Kaixo. ¿Qué tal todo?. Aquí por fin ha llegado el invierno. Nevó el jueves, y lo ha hecho también hoy. Parece ser que este mes va a ser como los de los inviernos de antes. Así lo han dicho los meteorólogos, y las témporas, que ya pronosticaron un enero seco y más templado de lo normal, y un febrero "crudillo". La cara mala de esto son los más de ¡200! muertos a causa del tamporal siberiano en Europa del Este. Claro que por allí, todo esto os sonará a "chino". Vosotros por allí pasando calor, y nosotros esta noche en Andoain a -5ºC. Incluso se ha helado un estanque que hay en una rotonda cerca de mi casa. En Pirineos, por encima de los tresmil metros, estan dando temperaturas de -25 o -30ºC. Llevo tres días con nieve en el tejado de mi ático, así que parece que estoy en el monte, en algún refugio.
¿Cuando volveis?. Si no me equivoco, estareis viajando un año, así que hasta finales del verano no os veré por aquí.
Creo que cuando os vea ni os voy a conocer, ni en lo físico (seguro que venís más "finos")ni en muchas cosas y conceptos vuestros, pues sugo insistiendoos en que un viaje así a la fuerza le tiene que cambiar a uno sus conceptos de la vida. Aparte del enriquecimiento humano y cultural, muchas de las cosas que damos por sentadas tienen que cambiar, viviendo la intensidad de un viaje tan largo, y conociendo tantas culturas tan diferentes a las nuestras, que sin duda os hará replantearos el concepto que a veces tenemos por aquí: NOS CREEMOS EL CENTRO DEL UNIVERSO (bueno, no todos). Creo que vosotros tampoco, os conozco lo suficiente como para asegurarlo. Pues nada, ya que nadie entra por aquí, me cuelo yo otra vez. De algo ha de valer el tener tanto tiempo libre (más del que me gustaría), todo lo contrario a muchos, que o bien tienen dos trabajos, o meten más horas que un chino. Unos a hartarse de trabajar, cada vez por menos, y otros a vivir forzosamente como un jubilado (pero sin pensión, claro)con 50 años (bueno, los cumplo el 28 de marzo).¡Qué mal repartido está el mundo!. Muxus biontzat. ¡ONGI IZAN!
Xabi Mendizabal.
UUUUUUUMMMMMMM! ZE ITXURA ONA ARRAI PLATER HORREK. TA NESKATO ETA MUTIKOTXO HORIEK, ZE POLITAK. HORIETAKO ASKORI KARIÑOA ERE HARTUKO ZIOZUEN.
LUGONESEN AZKENEAN EZ DU ELURRIK BOTA, MOMENTUZ.
KOMUNIKABIDEEK BILDURRA SARTU ZIGUTEN: ALERTA LARANJAN GEUNDELA, ASTEBUKAERA OSO TXARRA ZETORRELA, NI AKOJONATUA ZE NIRE LANERAKO BIDEA NAHIKO TETRIKOA DA, BATEZ ERE NEGUKO GAU ILUN HAUETAN.
EZ DAKIT NOIZ BAIT KOMENTATU NIZUEN BEREZ BIDE HAU MILITARREK ERABILTZEN DUTELA BEREN MANIOBRETARAKO,NIK SEKULA IKUSI EZ DITUDAN ARREN
BENO ARIRA, GAUR ETXERA GENTOZEN, AUTOA HARTZERA AUSARTU EZ DIREN BESTE BI LANKIDEREKIN... ETA SORPRESA! ESKERRAK EZ DUEN HIZOTZIK BOTA, ZE KRISTON FRENAZOA EMAN BEHAR IZANDU DET, EHUNDALAKO BASURDEA AGERTU BAIT ZAIGU AURREAN. A ZE OIHUAK BOTA DITUGUN. TANTO ACOJONE CON EL HIELO Y LA NIEVE, PAKE GERO HORRELAKO PIZTIA ATERATZEKO. BENO AGIAN EZ ZEN HAIN HAUNDIA EH? JA,JA.
DENA DEN, ZE POLITA DEN ELURRA."LASTIMA" ASTEBUKAERAN LAN EGIN BEHARRA. GAUR GUSTORA EGINGO NUKE EUROPAR PIKOTARA RAKETEKIN ESKAPADA TXIKI BAT.MARA AITON AMONEKIN UTZITA. BESTE BATERAKO UTZI BEHARKO.
IA ARGAZKIREN BATEAN ZUEN LOOK BERRIA ERAKUSTEN DIGUZUEN. JE,JE. ILEAPAINDEGIAN IMAGINATZEN ZAITUZTET KAMBOIAR PELUKEROARI ILEA MOZTEKO ESKATZEN. HONA ETORTZEAN, HORRELAKO ABENTURA ASKO KONTATU BEHARKO DIGUZUE BITARTEAN...
MUXUK TA DISFRUTAU
LARRA
Kaixo pareja,
Obelix, perdona por no contestar a tu llamada. Me llegó en perfectas condiciones tu dosis y creo que me he excedido en su consumo este fin de semana, pero una misión contra KAOS en las nevadas y heladas cumbres de Sierra de Aralar lo requerían. Luché contra mi rival como si tuviera la fuerza de un oso. Más tarde, recomponiendo el desastre, mientras buscaba mi esquí derecho entre la nieve virgen, me acordé de vosotros, a treinta tantos, sudando, con mosquitos, pero tranquilos de mente, sin importar si son las ocho o las diez y comiendo de maravilla, como ese plato de pescado tan apetitoso que nos habéis puesto. ¡Qué rico!!!!Le diré a mi adorada agente 99 para que tome nota. Me alegro de veros tan bien.
Muxu handi bat, bikote.
A.86-Esti
Publicar un comentario